domingo, 31 de enero de 2016

Enero: la empatía

¡¡¡Hola a todos!!!

Es verdad que este mes de enero el blog ha estado un poco dormidillo pero es que hemos estado sumergidos en muchos proyectos increíbles. Durante estos días poco a poco os los iré contando: PROMETIDO.

El primero del que os quiero hablar es un proyecto relacionado con los valores. Durante todo el mes hemos estado hablando y trabajando con la Empatía. Os cuento cómo ha sido el proceso.

En clase tenemos un corcho que utilizábamos para colgar algunos dibujos, cartas, etc. Desde la vuelta de navidad se ha convertido en el mural de los valores. 

Lo primero que hicimos fue hablar sobre la empatía, ¿qué era eso? ¿lo habíamos sentido alguna vez? Buscamos en el diccionario su definición, jugamos a inventarnos situaciones en las que podríamos sentir empatía por otros (cuando un amigo se cae en el recreo, cuando un amigo pierde el estuche...) escribimos la palabra en la PDI, también escribimos qué es la empatía para colocarla en el mural, etc. 








Pero la cosa no acabó ahí. Todos sabíamos ya qué es la empatía pero, ¿para qué sirve? Cuando un amigo se hace daño y llora nosotros nos sentimos mal por él, ¿y ya está? ¡NOOOOOOO vamos a ayudarle!

Los niños lo tenían claro: la empatía nos lleva a ayudar a los demás. 

Les llevé a clase una foto de Sujata, una niña india que tenemos apadrinada a través de la fundación Vicente Ferrer. No os imagináis todas las preguntas que hicieron, querían saber más y más. Estuvimos hablando sobre ONGs, sobre proyectos para ayudar a los más necesitados y por supuesto, ellos querían ayudar a otras personas. 

Pero entonces, nos dimos cuenta de un pequeño problemilla: ellos son niños y no tienen dinero para mandar a asociaciones para ayudar, porque ellos son "pequeños". Entonces, (les pregunté), ¿hasta que no seáis mayores no vais a poder ayudar a nadie? Poco a poco fueron dándose cuenta de que ellos, aquí y ahora, pueden ayudar a muchas personas: a papá a ordenar el trastero, a mamá a hacer las camas, al hermano pequeño a recoger la habitación...

Así que se nos ocurrió una cosa. Escribimos una nota a las familias contándoles nuestro plan: ¡íbamos a empezar una cadena de favores! Cada niño eligió a un familiar, un amigo, un conocido, al que poder ayudar en una tarea y todos nos comprometimos a llevarlo a cabo. 


Y así fue.

Estábamos tan contentos que decidimos acabar el mes de la empatía con una fiesta. Así que lo preparamos todos e invitamos a aquellas personas a las que habíamos ayudado a que vinieran al cole a celebrarlo con nosotros.




Cuando llegaron todos nuestros invitados les teníamos una sorpresa preparada: unos riquísimos batidos de fresa y plátano preparados por nosotros mismos (aunque esa aventura os la contaré en otra entrada).

Pasamos un gran rato explicando cómo habían ayudado a los demás, cómo se habían sentido ellos al ayudar y sus familiares al ser ayudados e incluso vimos algún vídeo de uno de nosotros en pleno proceso de ayuda :). Al final, por supuesto, les pedimos que la cadena de favores no acabase así, sino que fueran ellos los que siguieran ampliándola por todo el pueblo.

Esperamos que os animáis todos los que nos leáis a sentir más empatía por los que nos rodean y sobre todo a ayudar. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario